Centrarse en el presente para sanar el pasado

Hay ciertos acontecimientos en la vida que son extremadamente dolorosos y que se quedan abiertos mucho tiempo dificultando el avance de quienes los han sufrido. Cuando esos temas no quedan resueltos reaparecen cada cierto tiempo la inseguridad, el miedo, la dependencia y la depresión.

Esas enormes cargas son como losas que nos pesan y nos hacen mirar hacia atrás constantemente. Pero si conseguimos resolver esos temas pendientes podremos vivir sin tantos agobios y sin la sensación de tener sobre nuestros hombros tanto dolor. Para ello, lo mejor es procesar el pasado con terapias tan efectivas como el EMDR y aprender a centrarse en el presente y a vivir cada instante con atención plena.

Las sensaciones de nuestros traumas pasados se trasladan a las situaciones del presente y provocan sentimientos que tienden a complicar las cosas, a dificultarlas. Solamente cuando consiguen sanar esas heridas las personas pueden lograr la satisfacción completa en los ámbitos personales y profesionales, ya que esos sentimientos perjudiciales quedan atrás. El alivio es inmediato. Merece la pena dejar ir aquello que nos pesa y nos agobia y vivir ligeros de equipaje.

La historia personal de cada uno podría decirse que no comienza con el nacimiento, sino mucho antes, pues los padres, referentes innegables de todo ser humano, ya antes de tener al bebé en sus brazos han proyectado una imagen sobre su identidad y sobre su futuro.

No es necesario que la familia haya sido desestructurada ni que se hayan sufrido casos extremos para estar en esta situación. A veces las familias pecan de lo contrario, de una sobreprotección que ahoga e impide la progresiva independencia del niño que un día se convertirá en adulto. Los guiones familiares son cargas pesadas, pues a veces la sola idea de seguir un sendero diferente al que ha seguido la familia ya se considera algo así como una traición.

Las heridas provocan pensamientos dañinos en situaciones en las que no deberían darse porque no hay ninguna causa que los justifique. Pero están ahí, es inevitable, y si permanecen durante mucho tiempo es fácil que nos lleven a esa misma realidad que tanto tememos, ya que la construimos en base a lo que pensamos y sentimos.

No dejar ir experiencias pasadas te deja anclado en un presente que no te hace feliz y te impide avanzar hacia un futuro sin visos de mejora. Hay que intentar que los recuerdos no invadan tu vida actual y también que no provoquen una sintomatología perjudicial para tus nuevas relaciones, tu vida privada o tu vida profesional.

Somos los psicólogos de Córdoba que podemos ayudarte en este paso

 

¿Cómo podemos hacer esto? Para empezar, deberías reorganizar tu línea temporal y reflexionar acerca de las experiencias que viviste en el pasado, las experiencias actuales y la planificación de vida que conforma la idea de tu futuro. Está claro que no podemos cambiar el pasado, pero sí que podemos modificar cómo afecta al presente y cómo puede afectar al futuro. Cuando el tiempo avanza, las personas crecen, evolucionan, se transforman en un constructo nuevo que integra lo ya vivido, lo que está viviendo y lo que desea llegar a ser.

Si nos perturban las experiencias pasadas es imposible crear ese presente sano y un futuro que no parezca vacío. Tenemos que elaborar un pasado nuevo, partiendo del antiguo, pero visto desde una perspectiva sana que permita aprender de lo que podamos sacar aspectos positivos y de desarrollo, soltar lo que nos hace daño, y transformar el pasado doloroso en un recuerdo sin ataduras, sin cargas. No consiste en echar la culpa a otras personas ni de justificarnos a nosotros mismos, sino de crecer. Con todo lo que supuso la experiencia traumática, incluso lo más duro y difícil.

Asumir la propia historia y sanar las raíces muertas puede parecer complicado, sobre todo porque debemos convertir lo más duro de nuestra vida en un aliado que nos permita ser personas nuevas y felices.

Hay diferentes fases para llevar a cabo una terapia eficaz que se focalice en tu problema concreto y te ayude a despojarte de aquello que te hace daño. Nuestro gabinete de psicólogos en Córdoba cuenta con profesionales capaz de guiarte por esa historia personal para sanar tus miedos, tus sentimientos y tus pensamientos. Toma conciencia con nosotros de lo que más te afecta, y aprende de nuestra mano a resolverlo. 

 

Antonio J. Ariza

Psicólogo - Clínico EMDR