¿Sufres depresión y aún no lo sabes?

La depresión es un trastorno psicológico muy habitual que suele afectar muy negativamente a todos los aspectos de la vida de quien la sufre, desde las rutinas a las relaciones personales. Es mucho más que estar triste, y aunque salir de esa situación es lo que más desea el afectado, lo cierto es que cuesta mucho tiempo y esfuerzo volver a estar bien, ya que la depresión abarca síntomas mentales y físicos, así como problemas en cuanto a la gestión emocional. Lo único bueno de todo esto es que hay salida: la depresión se puede prevenir y se puede tratar.

Si crees que puedes sufrir un estado depresivo o puede estar sufriéndolo algún ser querido, es de vital importancia que busques ayuda cuanto antes.

¿Cómo se manifiesta la depresión?

En un trastorno depresivo mayor la persona afectada debe poder reconocer que sus síntomas están presentes la mayor parte del tiempo en todos los ámbitos donde se mueve: su hogar, el trabajo, etc., desde hace por lo menos dos o más semanas.

Los síntomas mentales abarcan una sensación de tristeza continua a lo largo del día que parece imposible poder cambiar, la pérdida de interés en actividades que antes sí que resultaban atractivas, problemas de concentración, sentimientos de culpa por sentir lo que se siente y no poder remediarlo, también de inferioridad o inutilidad, pues el afectado siente que ninguna de las cosas que hace tiene importancia, e incluso pensamientos de muerte o suicidio, que si bien no son un requisito indispensable para el diagnóstico de la depresión sí que pueden ser un síntoma claro para detectarla.

En cuanto a este último punto, es vital que, de haber tenido pensamientos suicidas, la persona afectada —o el ser querido que detecte que esto ha sucedido— pida ayuda de manera inmediata. Puede hacerlo a través de familiares y amigos cercanos si no sabe qué más hacer, o directamente acudir al servicio de emergencias de la ciudad donde viva. En todos los hospitales hay personas que pueden hablar y ayudar a poner soluciones al problema. Acudir al propio terapeuta o pedir cita con uno lo antes posible es la mejor de las ideas.

Los síntomas físicos de la depresión son tan desagradables como los mentales: el afectado pasará a dormir demasiado o a no dormir lo suficiente, y al igual que en el ámbito del sueño, el apetito se verá afectado de manera similar, pues pasará a comer en exceso o perderá el apetito. Las personas deprimidas suelen moverse más despacio porque carecen de energía suficiente, se sienten fatigados y la mayoría del tiempo no saldrían de la cama.

Detectar todas estas señales no siempre es fácil, sobre todo cuando no se encuentra la causa que  ha llevado a la depresión. A veces los acontecimientos negativos pueden desembocar en este estado, pero en otras ocasiones basta con que sean eventos estresantes o prolongados, aunque sean positivos como tener un hijo, por ejemplo. Las experiencias traumáticas en cualquier etapa de la vida también son susceptibles de provocar una depresión, así como algunas sustancias como el alcohol o las drogas.

Si se ha sufrido depresión previamente es frecuente que pueda volver a ocurrir después de superar la primera, por lo que sería interesante que la persona afectada analizara su propia historia personal para detectar no sólo si podría padecer depresión en el presente sino si cree que podría haberla sufrido en algún momento de su pasado. El componente genético parece ser muy importante en este trastorno, así que sería conveniente analizar el árbol genealógico de la familia prestando atención a los síntomas mencionados, a los problemas mentales o a algún posible suicidio. Tampoco quiere decir que por esa razón se vaya a desarrollar una depresión, pero las posibilidades aumentan.

Ante la mínima duda de padecer este trastorno hay que ponerse en contacto con un profesional. Los psicólogos podemos detectarla y lo más importante: tratarla. La depresión no tratada puede empeorar, con la merma de calidad de vida que ello conlleva, y el peligro para la vida que supone si se alcanza una gravedad que tarda muy poco en hacerse presente. La depresión no es una broma, es una enfermedad. No hay que dejarla pasar.

Ante la mínima duda de padecer este trastorno hay que ponerse en contacto con un profesional. Los psicólogos de Córdoba podemos detectarla y lo más importante: tratarla. La depresión no tratada puede empeorar, con la merma de calidad de vida que ello conlleva, y el peligro para la vida que supone si se alcanza una gravedad que tarda muy poco en hacerse presente. La depresión no es una broma, es una enfermedad. No hay que dejarla pasar.

 

Antonio J. Ariza

Psicólogo - Clínico EMDR

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Comentarios: 1
  • #1

    Lucía Gómez Salas (miércoles, 04 julio 2018 00:50)

    Sería muy importante que toda persona que pase por una depresión pudiera conocer los beneficios de tratarse a tiempo por un profesional